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viernes, 23 de diciembre de 2011

Sobre derechos de autor y otros menesteres

(Este artículo es estríctamente una opinión personal).

Me voy a permitir el lujo, de adaptar una célebre frase de un pastor protestante, ante la invasión nazi, adaptándolo a estos tiempo y mi situación: "Primero vinieron a quitarnos los campos para edificar sus chalets construidos de magnanimidad y opulencia. No protesté porque no poseía campos. Después nos vendieron el cuento del "estado de bienestar". No protesté porque yo tenía mi propio estado del bienestar. Después vi como se recortaba cada vez más en educación y sanidad. No protesté porque estaba sana y ya había estudiado. Luego quisieron controlar lo que veía por TV o lo que leía en la prensa, censurando las opiniones distintas a las suyas. No protesté porque no me afectó la manipulación. Me vendieron una belleza insana, centrada únicamente en el culto al cuerpo, olvidando que, la mente, es lo que realmente nos hace grandes. No protesté porque yo nunca me he olvidado de mi mente. Vinieron a robarnos nuestros sueños de futuro esos especuladores de lo ajeno, ávidos de poder. No protesté porque jamás conseguirán robarme los míos. Les quitaron las casas a familias enteras, solo porque hemos dejado que la banca, entre otras, domine el mundo. No protesté porque no tenía casa. Y ahora que vienen a robarme mi derecho "a aprender", ya no queda nadie para protestar".

Siempre, desde que tengo uso de razón, me ha gustado "pensar", hacerme preguntas, tratar de llegar al fondo de la verdad, saber que hay más allá de las cosas... Para este sentido crítico, es "absolutamente necesario", alimentarlo de las ideas o críticas a los grandes pensadores, y también a los pequeños, a esos escritores que vertían opiniones en cada uno de sus magníficos textos... Y así, con varias opiniones diferentes, sobre el mismo asunto, forjarme la mía propia.

Hacerse preguntas es sumamente importante.... Tanto, que marca la diferencia entre ser un humano inteligente o un simple autómata que asiente a todo lo que le dicen.

Me he indignado millones de veces contra el mundo.... Contra ese sistema educativo que nos enseña a obedecer y no a pensar. Contra esa sociedad, tan dormida a veces, que asume roles sin hacerse preguntas, que sigue, en forma de masa manejable, a unos gobernadores que disfrazan de "demoscracia" el propio interés. Siempre he querido cambiar el mundo pero para eso, es imprescindible comenzar por tu entorno.

Soy escritora. (Y antes de recibir la avalancha de críticas, que ya he recibido por ésta afirmación, a modo de carcajadas porque no me conocen como escritora... Avisaré que escritor es quien escribe, como poeta el que rima... Por eso hay actores camareros, escritores arquitectos, constructores folósofos... Una cosa es a lo que la vida te permite dedicarte y otra muy distinta lo que eres).

Siempre he creído y defendido fervientemente el software libre, la compartición de archivos sin ánimo de lucro, el GNU, y los registros de la propiedad no controlados por gobierno alguno (Safe Creative y Creative Commons). Simplemente porque creo en la idea de que: "El conocimiento del mundo, pertenece a la humanidad". Por eso te dejo usar mis textos y mis fotos gratuitamente, siempre que no te lucres con ellos y reconozcas mi autoría.

Escribo por pura pasión, para despertar conciencias ajenas, para arrojar mi granito de cordura a este mundo que apunto está de perder su norte, si es que lo ha tenido alguna vez. Escribo como debería de escribir cualquier escritor, dejándose el corazón en cada palabra y la sangre en cada una de las opiniones. Puedes estar a favor de mi o en contra, pero pretendo no dejarte indiferente con mis palabras.

Hace años, escribí un monólogo dramático titulado "El país de Nunca Jamás", que tiene como nexo conductor el maltrato escolar, el cual, como tantos niños, he sufrido en mi infancia. Pretendía, con el monólogo, lo que pretendo siempre. Hacerte pensar. Remover tu conciencia. Por supuesto, no quería ni un solo céntimo de esa función. Ofrecía "mi trabajo" GRATIS. Como todo autor de este país, tuve que ponerlo en conocimiento de la SGAE (organismo con el que jamás he comulgado), para que la situación quedase así: Me tenía que apuntar a este organismo si quería mis derechos de autor y, si no los quería (como era mi caso), debía de pagárselos a ellos aunque yo no los cobrara.

Me quedé perpleja. No solo querían que me apuntase, es que no me dejaban quedarme al margen. ¿Qué consiguieron? Que no realizase la función, porque no estoy dispuesta a mantener, con mi esfuerzo, a gente que no tiene oficio y su beneficio es el trabajo ajeno.

Después salió, gracias a Josep Jover (número uno por las listas de Partido Pirata Cataluña) y otros cuantos, destapando el caso SGAE y Teddy Bautista, quien, presuntamente, había producido un robo indiscriminado a los propios autores. Esperé al grito en el cielo, a la defensa de sus derechos, a la condena inmediata de estos comportamientos, al llamar a las cosas por su nombre "asesino al que mata y ladrón al que roba"... Pero quitado algunos que, por pura publicidad y en voz muy bajita, se desvincularon de la organización... Como el propio Ramoncín, tan afín siempre a este organismo. Pero no se produjo... Había defendido a capa y espada a los intereses de gobierno del PSOE y Jose Luis Rodriguez Zapatero, con aquel polémico anuncio de "la ceja", habían insultado y tratado de erradicar la libertad del internauta (no voy a dar nombres de estos artistas porque, en mi juicio, con estos actos consiguen publicidad gratuita que es lo unico que pretenden, y está muy alejado de ideal alguno) y, ahora, que veían en peligro sus intereses, parecían meras estatuas.

Como siempre, me pregunté: ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Porque no defienden, cargados de razones, sus intereses y por el contrario sacan uñas y dientes para criminalizar a los internautas que, como tantos en este país, comparten archivos y conocimiento gratuitamente?

Pues bien, porque es un lobby de corte masónico (masónico por ser hermético y ayudarse entre sí para mantener ese hermetismo).

Antes de la globalidad de internet, mantener este lobby era muy simple. Para entrar en él solo podías hacerlo por dos vías: Tener un amigo dentro que te apadrinase (me vuelvo a remitir al corte masónico) o bien ganar alguno de los grandes concursos literarios de este país. En cuanto a los concursos, presuntamente, están todos dados de antemano (reconocido en privado por algunos ganadores de ellos). Así todo quedaba en familia. No hacía falta que fueses un buen escritor (Que por supuesto que existen en este país y muy buenos), el problema es que también se defendía lo mediocre. Se les dotaba de sendas campañas de marketing para que el público comprase libros, carísimos para muchos bolsillos. (Lo mismo ocurrió con el cine, la músicas y varios sectores del arte). Las personas que querían leer esos libros podían comprarlos y, si no podían, iban a la biblioteca y se lo fotocopiaban, que siempre era mucho más barato: Y NO PASABA NADA.

Luego llegó internet y la globalidad... La gran biblioteca del mundo a entera disposición de las mentes más curiosas. Surgieron Safe Creative y Creative Commons, que permitían a los autores gestionar sus propios derechos sin tener que pasar por el embudo de la SGAE y ese destructivo y sectario lobby.

Cualquiera que deseara aprender, podía hacerlo. Por supuesto, también se ampliaron las miras de la delincuencia, estafas, lucros de lo ajeno... etc etc. Actos que deben de ser perseguidos y duramente castigados.

Pude ofrecer mis palabras al mundo, sin sufrir la censura del interes de gobiernos, poderes y ese lobby al que nunca he querido pertenecer. Pude gritar lo que pienso y tú puedes leerme. Puedo consumir todo el cine que quiera, y no limitarme a la basura televisiva que vomitan en mi TV, cada tarde, ese poder que nos quiere tener atados, controlados y mas atados, anestesiando mis sentidos con mentiras y matando, cada día un poquito más, mi sentido crítico (esa Tv que ha desvirtuado el término "hacker" mezclándolo con los crackers, y metiendolo en el mismo saco de pederastas, cyberterroristas... Esa TV que me ha hecho sentir insultada tantas veces, indiscriminadamente). Porque ya lo han dicho muchos otros antes, pero voy a parafrasear al Che que fue uno de ellos: "Un pueblo analfabeto, es un pueblo fácil de dominar". Sabiendo ésto, no hay que pensar mucho por qué, esos gobiernos pretenden instaurar SOPA o la Ley SINDE etc etc.

Los tiempo han cambiado por internet. Han aparecido los e-books, las librerías virtuales y un sin fin de herramientas para aquellos que queremos aprender... ¿Cuál es el problema? Que el lobby no puede controlar el markéting de sus protegidos en estas tiendas.... Para vender en Amazon o similares, hay que ser bueno, porque si no lo eres, no vendes. Y muchos autores no están dispuestos a poner pasión a su trabajo, porque los ha matado el dinero.

Yo no defiendo al que roba y se lucra con el trabajo ajeno. Pero defiendo fervientemente y por encima de cualquiera, mi derecho a aprender gratuitamente. Como los ciéntificos publican sus hallazgos que yo leo en revistas científicas. Mi derecho a consumir cultura y siento una profunda vergüenza, cuando en otros países extranjeros, esta cultura se protege y abarata. Y puedes comprarte 3 libros al precio de 1 libro en España.

No voy a pagar por un cd sin escucharlo, como no compro un electrodomestico sin probarlo... ¿Y si luego solo me gustan dos canciones? como tantas veces pasa.... ¿Y que ocurre si encuentro si quiero un ebook, pero el autor no lo ha sacado en este formato? ¿Qué tengo que pagar una media de 30 euros por el formato papel y su agresión al medio ambiente? ¿Qué estoy obligada a pagarlo, en contra de mis principios, para que no me tachen de criminal?

¿Y las patentes de software?... Pretenden que paguemos las licencias de programas mediocres mal diseñados (habiendo una amplia oferta de software libre). Si tú, ciudadano de a pie, pagases cada una de las licencias de los programas que tienes instalados... ¿Has sacado la cuenta? No podrías tener ordenador, no te podrías informar como te informas y se mermaria, una vez mas tu sentido crítico... ¿Y a quien le interesa que pagues esas licencias? ¿Por qué? Te invito a pensar en ello.

Los tiempos han cambiado. Vivimos en la Era Internet. Y como todos los cambios profundos sociales: Renuevate o muere. El problema es que ellos, los autores que tan abanderados son de la anti-piratería, no están por la labor de renovarse, porque pondrían en peligro al lobby y deberían de esforzarse con su pluma muchísimo más de lo que lo hacen, porque tendrían mucha más sana competencia.

Y ahora te invito a sentarte contigo mismo y piensa: ¿Es tan cabellado lo que defiendo? ¿Tengo derecho a sentirme ofendida y asqueada cada vez que me llaman delincuente o terrorista? ¿Es tan oscuro y delictivo que quiera aprender y no sea capaz de pagar toda la cultura que puedo llegar a consumir porque al gobierno de turno le interesa que sea un negocio en lugar de un bien de la humanidad?

Te hablo a ti que has puesto un grito enorme en el cielo por el posible copago de la sanidad. Pues para mi, sanidad y educación, son pilares básicos de esta sociedad. Y no pienso permitir que me los quiten. Le pese a quien le pese.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Como los Marinos (A dónde se halle)

Al Sr. Francisco García Cantó, natural de Alcoy, mi mas sincera enhorabuena por las ultimas noticias que tengo de usted, las cuales me han causado plena felicidad. Las cosas siempre caen por su propio peso. Y en el futuro le deseo suerte igual.

viernes, 25 de noviembre de 2011

CAP. I - ENCUENTRO FORTUITO

Los motivos que habían llevado a Ángela a aquel lugar, son irrelevantes para la historia que nos ocupa... Pero digamos que en su equipaje llevaba poco más que unos cuantos sueños rotos y algunas heridas mal cosidas por el paso del tiempo.

Allí era feliz. Se olvidó de todo al lado de aquel mar, de aquella playa de cantos rodados... De aquellas nubes grises que tapaban cualquier rastro del azul del cielo. Era feliz lejos de su mundo, de su vida... Hablando ese otro idioma, tan distinto del suyo, que le sonaba a cántico celestial... De los problemas que había dejado atrás y que, algún día, tendría que volver a enfrentarse a ellos... Pero ya habría tiempo. Ahora estaba feliz. Estaba allí.

Aquella noche salió con sus nuevos amigos, dispuesta a alumbrar el manto de oscuridad de la luna... Dispuesta a hacer de su territorio, el confin de las estrellas... A hacer que aquel pequeño instante fuera memorable... Algo digno que guardar en el recuerdo y, aún así, con este pensamiento, estaba muy lejos de intuir que le deparaba el travieso niño destino.

Ángela y Ana entraron a aquel pub al aseo y luego buscar otro lugar al que beberse la penúltima cerveza... Siempre la penúltima.

Había unas estrechas y empinadas escaleras que subían al piso donde se encontraban los aseos. Puso su pie en el primer peldaño y allí se quedó pegado como si alguna extraña fuerza la empujara hacia las entrañas de la tierra... Estaba realmente atónita... Comenzó a subir los peldaños lentamente, como si una fuerza sobrenatural la elevase y con la mirada fija en un punto.... Fija en unos ojos. Unos ojos grises. Los más profundos e inquietantes que había visto jamás.... Los únicos que habían conseguido que se cayera dentro de ellos. Poco a poco, fue tomando constancia de lo que rodeaba a la mirada gris... Gris como las nubes grises. Un hombre alto.... Muy alto... De pelo castaño y largo.
 
Se quedo sin aliento cuando aquellos ojos se clavaron en los suyos. La ironía de su mordaz cerebro, trató de quitarle hierro al asunto: "O le gusto o le parezco una buena víctima a la que descuartizar".
 
Sus cuerpos se cruzarón a medio camino de aquellas escaleras. Pasaron, tan cerca, que Ángela era capaz de notar los latidos de aquel corazon y, sin embargo, demasiado distancia para lo que le hubiera gustado a ella... Demasiado aire que acortar.... Demasiados centímetros hasta los poros de aquella piel que había despertado su hambriento deseo. Sin separar sus ojos, pasaron uno junto al otro... Volviendo la cabeza, al tiempo que sus pasos se alejaban... Notando como el tiempo era más relativo que nunca.

Una vez que se reunió con Ana, le contó aquel encuentro... Aquel hombre... Aquella expresión... Aquellas ganas de... Aquellos ojos grises.

Ya en la planta baja... A Ángela no le costó demasiado encontrarle, aunque cuando no lo estaba buscando... Las dos chicas se pusieron cerca... Bueno, casi al lado.

Ángela construyó millones de cábalas en su cabeza sobre el país de origen de aquel hombre... Estaba claro de que de aquel país no era... A lo mejor era nórdico... Claro, que ni la piel clara, ni el color de sus ojos le acompañaban... Quizá fuera griego.

     - ¿Este es el chico que te gusta?.- Preguntó Ana, queriendose cerciorar.

     - Yo no he dicho que me guste...- Y comenzó a hacer algo por la que se la conocía a menudo... Frivolizar sarcásticamente una situacion hasta llevarla al extremo y convertirla casi en un monólogo cómico...- Gustarme no... He dicho que si lo pillo en un callejón oscuro, le daría de todo, menos miedo... Claro que si va y mira asi al miedo, con esos ojos profundos y grises, lo mismo el miedo sale corriendo... Pero si sale corriendo, yo no... Me está mirando... ¿Llevará rayos X? ¿Sabrá que color o talla de sujetador uso?...

Y así estuvo hablando, aproximadamente diez minutos, acompañada por las carcajadas de Ana que era la única del lugar que hablaba su idioma. Desde fuera, solo verían a dos chicas extranjeras que estaban compartiendo las alegrías.

Sus amigos se pusieron hablar con ellas en inglés, que sigue siendo el idioma internacional de comunicación. El extraño, cada pocos minutos, clavaba en ella aquellos ojos grises, con un gesto que no podría describir aunque quisiera... Mitad curiosidad, mitad extrañeza... Y Ángela.... Cuando lo hacía, notaba como un rayo de energía le recorría toda su médula hasta levantar cada pelo de su cuerpo.

   - ¿Te apetece tomar una cerveza?.- Dijo de pronto el extraño, dirigiéndose a Ángela en perfecto castellano, con la misma expresión de antes, aunque esta vez atravesándola también con una malévola y divertida sonrisa.

Ángela se quedó petrificada. Con todos los músculos de su cuerpo ajenos a las órdenes de su cabeza... Ella quería salir corriendo y sus piernas no se movían... Notó los músculos de su cara... Hasta pudo adivinar el estúpido gesto que se había dibujado en su rostro al repasar mentalmente, como quien se encuentra cara a cara con la parca, cada una de las palabras que sus labios habían proferido, cuando creía que solo Ana la estaba escuchando. "Tierra, trágame!"... Fue, sin duda, uno de esos pensamientos...

Tampoco pudo hablar. El nudo de su garganta le dejaba poco más que respirar. Levantó su vaso medio vacío de caliente cerveza y negó con la cabeza, aún con aquel estúpido gesto que no era capaz de quitar.

     - Where are you from?.- Decidió interceder Ana, tratando de cortar la tensión que se había generado con aquel silencio incómodo para su amiga y no se le ocurrió mejor modo que tratar de entablar una trivial conversación: 

     - I'm from "aqui".- Dijo aquel hombre con gesto serio, seguramente escondiendo una sonora carcajada.

Ángela estaba absorta. Absorta y avergonzada. Mirando aquello como si no fuera con ella.... Sin poder apartar sus ojos, de aquellos ojos grises en los que se había caído dentro y ahora no encontraba el camino de regreso.

     - ¡Angy! ¡Ya se lo que pasa!.- Exclamó Ana, como iluminada por los cielos.- Creo que este chico es de aqui.... Pero sabe hablar español.

     - Pero, amiga mía.... ¿Tú no le has notado un acento como del centro de Burgos?.- Le respondió Ángela, retóricamente, pensando que siempre le tocaba el malo de la película... Sin apartar sus ojos de los suyos, que también estaban clavados en ella... Como si lo que los rodeaba, realmente, fuera ajeno a ellos... Al particular mundo que se acababan de inventar.- ¿De Dónde eres?.- Le preguntó haciendo todo el acopio del poco valor que le quedaba en pie.

     - ¿De dónde quieres que sea?.- Respondío el extraño, dibujando una amplia sonrisa en su boca.

     - ¿Cómo te llamas?.- Volvió a inquirir.

     - Como tú gustes.- Ángela reconoció perfectamente aquel brillo de victoria en los ojos.

     - ¿Cuanto tiempo llevabas antes escuchándome?.- Sabía perfectamente que jamás debería de haber hecho aquella pregunta, pero la curiosidad la traicionó.

     - El suficiente.- Contestó tajante, pronunciando aquella sonrisa y aquel brillo en sus ojos grises.

La chica no dijo nada. No pudo. Le había nacido la vergüenza sin avisar. Así que, en silencio, se dirigió a la barra, a por aquella pinta de cerveza que ahora sí iba a tomarse.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Si yo lo supiera... Y tu no....

Si me fuera revelado el día y la hora del fin del mundo... A mí. Solo a mí. A nadie más... No lo diría. No se lo comunicaría a nadie.

Caeríamos en una Navidad forzada en la que, todo el mundo, sin excepción alguna, intentaría redimirse de lo malo que ha hecho... Pediría perdón a todos los que ha herido... A esos a quienes, de no saber que el fin estaba próximo, en ese momento estaría maldiciendo. Llamaría a esos amigos que, por el paso del tiempo o la imperdonable distancia o la dejadez del que no cuida una amistad como se merece, se han separado... Para recordarle lo mucho que significaron una vez, lo mucho que los quiere y que los ha querido siempre. Todo el mundo, en una especie de efecto dominó, haría su buena acción del día, por si eso le valiese de "pasaporte" para ese paraíso que no sabemos si es fantasía o realidad, pero "por si acaso existiera", nadie se quiere quedar fuera. Mandaríamos esas cartas, cargadas de emoción y sentimientos, a las que deberíamos de haber puesto el sello hace diez años... Por aquello de que "Más vale tarde que nunca". Un halo de hipócrita bondad, cubriría el mundo.

Otros, a marchas forzadas y contrareloj, intentarían cumplir esos planes o sueños que siempre "dejaron para mañana". Viajarían a lugares exóticos, pasearían desnudos por la playa o dejarían de fumar.

Para otros, simplemente, significaría la culpabilidad absoluta... "Y si no hubiese arrancado aquella planta que sabía que era protegida"... "Y si hubiese usado más el transporte público, en lugar de ir con el coche a la vuelta de la esquina"... "Y si en vez de laca para el pelo, hubiese usado gomina"... "Y si me hubiese hecho activista de Greenpeace, como quería en mis años mozos"... Todos sus últimos minutos se resumirían en un infructuoso "Y si...".

Por eso no lo se lo diría a nadie. Por eso guardaría el secreto. No me gustaría ver un acto a destiempo de bondad humana, cuando siempre "el hombre ha sido un lobo para el hombre"... Y un cerdo para el Planeta.

Yo haría otra cosa... Si supiera el día y la hora exacta del fin del mundo. Ese día, me levantaría sabiendo que habrá millones de sueños que ya no cumpliré, pero sintiéndome orgullosa de los que sí he cumplido. Un poco triste de pensar en todo lo que me hubiese quedado por vivir, pero plenamente alegre por todo lo que he vivido. Quizá me arrepentiría de algunas acciones que hice a destiempo, de algunos agravios a los que no se lo merecieron... Pero no porque se fuese a acabar el mundo... De esos, ya me arrepiento hoy en día.

Ese día, como cualquier otro, te llamaría y te diría de tomar un café... O una cerveza... O un aperitivo... Seguramente tú, lleno de planes para el día, como siempre, me harías un hueco en tu agenda para disfrutar de mi compañía.

Te recogería en la puerta de tu casa. Como siempre dudaríamos en el momento de darnos dos besos, o besarnos en los labios... Como dudamos siempre que nos vemos. Iríamos al mismo bar o, quizá, haciendo la excepción del día, visitaríamos otro. Yo pediría una cerveza y tu una fanta de limón o un tinto de verano y la tapa que mejor pinta tuviese.

Hablaríamos de cine. De las películas que hemos visto, y de las que nos quedan por ver, comentaríamos las frases estelares de cada una... Hablaríamos de filosofía, de trivialidades, de lo que ocurrió ayer, de lo que has leído en el periódico, de tu próxima función y mi anterior decepción... De nuestros gustos compartidos. De esos planes pendientes (que solo yo sabría que nunca cumpliríamos, pero que soñar sigue siendo lo más hermoso del mundo). Seguramente tú, como siempre, harías alguna charlotada que provocaría mi más sincera carcajada. Y entre risas y conversación amena se empezaría a acercar la hora.

Luego, quizá, me harías alguna de tus confesiones más íntimas... De esas que no le cuentas jamás a nadie y que aún no tienes claro por qué me las haces a mi. Y me harías sentir, por ese detalle y como siempre, la persona más especial de este mundo.

A lo mejor, si se tercia, me volverías a decir "un te quiero"... Que, aunque no sea tan a menudo como el resto, para no abaratar su significado, si que me lo sueles decir... No se muy bien si porque te sale del alma o para que no se me olvide... Aunque ahora parafraseandote a tí "Yo no me acuerdo de olvidarte".

De vez en cuando y como siempre, te abrazaría. Porque me encanta abrazarte. Porque son hermosos y especiales esos momentos y la seguridad que me dan. Quizá ese día, producirían nostalgia, porque yo sí sabría y tú no, que aquello no duraría siempre y, como todo en esta vida, tiene un fin... Que, en esta ocasión, está cercano.

Trataría, por todos los medios de no mirar el reloj. Ya se sabe de la relatividad del tiempo y su peculiaridad. No quisiera que en los últimos instantes, los segundos pasasen más rápido de lo que debieran. Pero, a la vez, me aseguraría de estar atenta los dos último minutos... Porque entonces sí... Entonces te pediriría: "Abrázame"... Como te pido tantas veces, y otras tantas que tu me abrazas sin que yo te lo pida... Pero esta vez tendría un motivo: No concibo mejor muerte que dentro de tu abrazo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Mi mundo

Os dejo este pequeño montaje de video que le he realizado a un amigo, Martín de Alva, con uno de sus textos. Espero que lo disfrutéis.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Comienza el rodaje

Mañana comenzamos con el rodaje del cortometraje "Como el cristal". Estamos teniendo muy buena acogida, tanto en los medios de comunicación, como con las autoridades.

Desde este blog iremos dando más datos y subiendo alguna cosilla. Para eso, creamos la etiqueta "Como el cristal".

sábado, 20 de agosto de 2011

Estarás cantandole a los ángeles...

Estarás cantandole a los ángeles... Y éstos, sin poder dejar de escucharte, caerán enchidos de sana envidia a tus pies. Mientras yo, creo escuchar los acordes hilados de nostalgia, enredados a la incredulidad de lo que es capaz de robar un segundo.

De tu boca saldrán las notas áureas, cargadas de divina perfección... Sin espadas de Damocles que atenacen tu garganta... Sin miedos negros que vistan de lágrimas tus noches... Sin tempestades que tricen las velas de tu libertad... Sin estrépitosos gritos... Solo las notas de tu garganta y el coro de ángeles. Solo tú y lo que eres, lo que no has dejado de ser.

Mientras, a mi, se me seguirá erizando la piel de la espalda cada vez que escuche una canción que te oí cantar... Se seguirá tejiendo el nudo que llena mi garganta de tristeza cada vez que pronuncio tu nombre... Cada vez que un recuerdo oportuno, en el momento mas inoportuno, me asalta los pensamientos y te revive con tal fuerza, que he de pellizcarme para cerciorarme de que solo sueño... De que ya no estás.

Yo sigo aqui. Tratando de apartar los por qués traicioneros, cuya mordedura infecta el veneno de la culpabilidad. De la falsa culpabilidad, pues todos somos testigos, jueces y parte. Ninguna de las preguntas... Ninguna de las dudas... Ningún lamento, lágrima o gota de sangre te va a devolver al mundo del que escapaste. Quizá sea mejor así. Quizá tu misión en la existencia, sea cantar en un coro de ángeles, ajena al dolor que este mundo te causó. Habiendo olvidado cualquier agravio productor de lágrimas y cenizas.

A veces me parece oirte aún... Con tu voz cantarina y risueña... Traición de un subconsciente que no perdona... Imagen onírica de un "quiero" que ya nunca será. Pero, el caso, es que aún me parece escucharte. Riendo. No quiero recordarte de otro modo. Solo tu risa y tu canción. ¿Lo demás? tan solo producto de unas circunstancias que jamás debías haber vivido.

Tu sigue cantando, más allá del tiempo o el espacio, que yo seguiré honrrando tu memoria a través del recuerdo de tu risa.

lunes, 8 de agosto de 2011

¿Autoretrato?

Fotografia: Cristina Martinez
Modelos: Juan José Denia y Amparo Reina


Tiempos pasados


Fotografia: Cristina Martínez
Modelos: Juan Jose Denia y Amparo Reina

"Incluso en estos tiempos,
veloces como un cadillac sin frenos...
Todos los días tienen ese instante,
en que me jugaría la primavera 
por tenerte delante"
J. Sabina

domingo, 26 de junio de 2011

Las lágrimas


Las lágrimas me anudan la garganta
cada vez que trato de pronunciar tu nombre...
Como un látigo de fuego y hiel
que, incendiándolo todo, mis venas recorre.

Las estrellas mudas,
la luna vestida de noche,
el rayo que parte en dos
un alma que ansía alcanzarte,
aferrarte la mano
y no volver a soltarte.
Incierta es la vida
que tanto dolor esconde
en la esquina mas inesperada...
Para partirte en dos la piel del alma.


¡Que detengan los cantos sacros!
¡No quiero más música fúnebre!
No por rodear de negro mis brazos
voy a sentir más tu pérdida...

Y te recuerdo, cada tarde...
Y te revivo, cada día...

Siento el dolor de lo injusto
lacerar cada una de mis heridas...
Busco un consuelo a tanta ausencia
y no encuentro más que preguntas...
Más que dudas, parches y remiendos...
Pero ninguna respuesta
cargada con un ápice de aliento.

Y cada vez que te nombro,
la sal de una lágrima me quema el alma
y por mucho que me duelan los ojos,
de la carga de tristeza que has dejado,
mi pluma se oxida y envilece
cualquier intento de convertir
en tu adorada proporción aúrea,
los versos que mi mano
temblorosa te escribe.

martes, 21 de junio de 2011

Vivirás en el mundo de los sueños

He tratado de escribirte la elegía más desgarradora de todas... Herir con mi pluma el aire que ya no respiras... Hacer sangrar la noche ingrata que me desvela, con la furia contenida de las palabras que vomito, sin sentido, sin significado, sin ganas... Usar la proporción áurea que tú me enseñaste... De la que tanto hablamos, en aquella tetería... De la que me llegaste a contagiar tu fascinación por un número...

Escribir los versos áureos y regalartelos envueltos en el manto de mi nostalgia... Pero no puedo...

¡Malditas musas silenciosas!

Maldigo al rayo que partió en dos la noche, en un grito sordo y ciego... Maldigo a la distancia... A las dos distancias... A la que se puede medir y a la que creamos

tu y yo, malpensando que tendríamos todo el tiempo del mundo para solucionar lo que siempre había tenido solución...

Maldigo al viento que no te abrazó con sus manos férreas... Maldigo a las estrellas, testigos silenciosos, de una noche negra... Más negra que cualquiera.

Maldigo los impulsos incontrolables y el frío gélido de las palabras que te asesinan las entrañas... ¡Malditos seais por siempre!

Maldigo el orgullo y los malos entendidos y las palabras vacías de sentimiento y las navajas afiladas que laceran los oídos y los puntos débiles y el pensar en lo dicho, después de haberlo escupido, y esta guerra en la que jamás ha habido ganadores. Todos jueces y parte. Todos testigos. Todos cómplices.

Entonces lloro. Lloro a solas... A veces, en mi habitación, mientras miro las fotografías de los lugares en donde he estado, y aquella promesa muerta de hacer un viaje

juntas... Otras veces, en la calle, cuando los rayos del sol tocan mi cara y pienso que ya no calientan tu rostro.

¡Maldita sea la parca y su lista sin avisos!

Otras veces lloro, cuando una canción se alía con un recuerdo y viene a arañarme... Cuando, esa misma canción, me parece estar cantada con tu voz... Aquella que me podría pasar horas muertas escuchando sin cansarme, como si de un regalo de los mismos ángeles se tratase... Otras, simplemente lloro sola. No necesito llorar delante de nadie para compartir mi dolor. No necesito grandes actos, ni lutos, ni crisantemos, ni iglesias, ni misas, ni curas... Una procesión macabra que va en mi interior y que nadie conoce. Solo tú. Porque estás en mi, en mi corazón.

Entonces me enfado.

Me enfado contigo y siento una ira terrible. Contra ti y contra el mundo. Contra el tiempo que siempre decide jugar en nuestra contra... Pero no es real, es tan solo, la impotencia del que ya no puede hacer nada, más que conservar los buenos recuerdos.

Entonces sonrío.

Recuerdo que lo habíamos hablado, que ninguna de nosotras queríamos lágrimas en nuestro funeral. Queríamos una fiesta. Con cerveza... Con mucha cerveza... Con bailes... Con alegría... Con camisas de flores y guirnaldas. Con música celta.

Recuerdo cuando éramos pequeñas. Que fácil y simple era todo, cuando la inocencia era el pan nuestro de cada día. Recuerdo tu cara la primera vez que viste el mar. Yo estaba a tu lado, en el banco de piedra. Un momento único de tu vida que compartiste conmigo. Recuerdo aquellos ojos contagiados de azul, vibrar ante lo nuevo... Ante la belleza del Mediterráneo.

Recuerdo nuestras largas conversaciones en la cama... Hablando casi en susurros para que nadie nos interrumpiese, obligándonos a dormir... Recuerdo la mayoría de aquellos secretos que me contaste. Recuerdo cuando hablabas en sueños y podía hasta participar en ellos si te seguía la conversación... Recuerdo cuando Thor era un elefante y nadábamos en un estanque... Allí siempre estarás viva, Mayte, en el mundo de los sueños. Y serás feliz. Tan feliz como antaño, como nunca debiste dejar de serlo.

Y lloro de nuevo. Sabiendo que ninguna de mis lágrimas te devolverá la luz.

Tu cuerpo está muerto. Pero siempre permanecerás viva en mi, en mis recuerdos... En mi cabeza, mi corazón y mi alma... Porque yo los evocaré para que no se borren jamás.

Y, si existe una vida después de esta, nos volveremos a encontrar. Allí será donde te de el abrazo que jamás debí dejarte de dar.

viernes, 27 de mayo de 2011

¡Resistencia!

Escribo este post desde la rabia.... La indignación... La vergüenza ajena... Herida en los principios más básicos... Tiritando de frío mi sensibilidad democrática... Abofeteada en la realidad de un mundo injusto... Asqueada del sistema y sus caciques, con perros falderos vestidos con uniforme azul... Y, ante todo y sobre todo, muy orgullosa de la respuesta totalmente pacífica de #acampadabarcelona.

Esta mañana, que prometía ser un día más, los Mossos, se presentaron en Pza. Catalunya con la pueril excusa de "desalojo temporal para limpieza de la plaza"... Corrían los rumores de que era por la celebración de mañana de la Champions (que ni siquiera se juega en España)... Todo empezó a oler a excusa barata y dictatorial, cuando requisaron todo el material informático y un sin fin de cosas., ante la atónita mirada de los "INDIGNADOS".

Poco después comenzó la sangre... Los gritos... Los golpes de porra... Ante una resistencia totalmente pacífica... Los INDIGNADOS levantaban las manos en señal de "no violencia", mientras todo el abuso de poder se cernía sobre ellos a golpe de porra, de pelotas de goma...

Conforme veía las imágenes en telivisión, mis ojos se llenaban de lágrimas, a la par que un trozo de mi corazón moría allí mismo... Aquello no parecía la "España Democrática", de la que tanto alardean los políticos y que tanto costó construír... Me vi transportada, sin quererlo, a recuerdos de otras épocas no vividas por mi... Esa época que los más mayores prefieren olvidar... Aquella en la que el derecho de reunión pacífica estaba prohibido... Si esto es libertad y derechos, que venga Ghandi y lo vea.

Mientras un jefe policial, con ínfulas de semi-dios, hablaba de "carga pacífica", mientras en pantalla reproducían las violentas imágenes. ¿Quién os habéis creído que soys para insultar de ese modo nuestra inteligencia?

Ha sido entonces, cuando sin darme cuenta, me he sorprendido a mi misma recitando:

" Artículo 21. Constitución Española.
1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.
2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes."

Aquello que tanto les costó conseguir a nuestros abuelos, se lo han cargado cuatro corruptos y sus ansias de riqueza, poder y de control.

Pero esto no queda aquí... Yo abogo por la RESISTENCIA... Pacífica siempre, porque de otro modo, nos convertiríamos justo en lo que estamos denunciando... Pero RESISTENCIA.

Nos tienen miedo... El miedo es uno de los consejeros más peligrosos.... Ellos, los que dan las órdenes dictatoriales y nos roban nuestros derechos más fundamentales... Saben que les ganamos en número, que les ganamos en unión (que es justo de lo que escasea ahora mismo el gobierno), que les ganamos en razones... Y si me apretáis... Les ganamos hasta en inteligencia. Por eso tienen miedo. Miedo a que nos demos cuenta de que podemos derrotarlos sin un golpe, sin un incidente... Miedo a perder de lo que disfrutan... Miedo de no seguir aceptando el rol que nos tienen impuesto.

Que esto sirva aún más para unirnos en la lucha por un mañana mejor... Por una sociedad más justa.... Por un gobierno sin corruptos... Que esto tenga una repercusión a nivel mundial... No penséis unitariamente, si no globalmente...

Y recordad que soys muchos en "la plaza de la vergüenza", pero somos aún más los que os respaldamos. Mantengamos la unión y la victoria será nuestra.

lunes, 23 de mayo de 2011

Los hijos de la Constitución

Nací en 1978. Pertenezco a la Generación X. Somos los Hijos de la Constitución.

Mis ojos han visto ya innumerables cosas...

He visto como Tejero daba tiros a un techo del Parlamento casi recién estrenado. Un envenenamiento masivo por aceite de colza (del que aún quedan "damnificados indignados" para los que las ayudas fueron insuficientes). He visto como un joven PSOE ganaba las elecciones al grito de "OTAN No, Bases Fuera" (partido al que mucha gente votó por pensar que votar al "Viejo Profesor", sería perder su voto). He sido "mal informada" del caso GAL y, como todos, me he preguntado por la misteriosa X (revelada hace poco por él mismo), he sentido vergüenza de las chapuzas de Estado. He visto como le hemos pasado la mano a USA cuando era conveniente y como la OTAN, tan mala antes de llegar a la silla de cuero, luego se convirtió en una alianza necesaria. He sufrido con un pueblo que se indignaba ante 3 millones de parados, por culpa de un gobierno egoísta y corrupto (del que solo se enriquecían ellos y "los amigos de").

Pasamos de tener 2 Canales a tener 5 y considerarlo una revolución informativa (esos mismos que ahora aceptan y pasan por el aro de quienes les tapan la boca a un periodismo herido de muerte en su base y principio).

Aquella época en la que algún político aún dimitía (o le obligaban a hacerlo para dar una falsa imagen de honestidad que no han tenido nunca), como fue el caso de corrupción del Sr. Guerra (ahora aún en la sombra política del PSOE). Yo, como el resto, me eché las manos a la cabeza con el "Caso FILESA" (una red de empresas para la financiación ilegal del PSOE).

Senti alegría de que fueramos elegidos para las Olimpiadas y también sufrí por el derroche. Y la posterior crisis económica. Y el caso Roldán. Y el caso Banesto. Y las devaluaciones de nuestra tan querida peseta.

Sentí asco y vergüenza ajena por las escuchas ilegales del CESID. Y un país entero usó su voto de castigo.

Lloré y se me revolvieron las entrañas con los dos tiros en la nuca a Miguel Angel Blanco. Sentí la mordedura del odio hacia esa escoria de asesinos que no representan a nadie cabal. España entera se unió y salió a la calle entre gritos y lágrimas. Le escribí unos versos post-mortem sabiéndole que así no conseguiría devolverle la vida que le habían arrebatado los del "alma de la nada". Yo también vibré con el espíritu de Ermua.

Como todos, gasté mis pesetas y desconfié del euro. Y me quejé todos los días del redondeo cosaco sin control. De un gobierno que permite y gira la cabeza. Vi como ser europea significaba ser un poco más pobre, para que otros fueran mucho más ricos.

El corazón se me tiñó de negro con el Prestige. Vi como era "más rentable" el no hacer nada, que limpiar la playa de lágrimas negras. Vi como allí estaban para la foto y luego no quedaba nadie más que el mar y su podrido dolor.

Apoyaron la guerra de Iraq, desanteniendo los gritos de un pueblo entero. Y me ratifiqué en mi idea de que no existe guerra en nombre de la paz... Todas las luchas gubernamentales son para y por dinero y poder. No hay más dios verdadero. No hay paloma más blanca que la del dolar. No hay religión más justa que la del oro negro.

Recuerdo perfectamente que estaba haciendo en el 11S y en el 11M (yo aún sigo siendo Madrid). Recuerdo como contuve el aliento ante la barbarie... Como a mi no me importaba "el quien", si no los muertos que ya no recuperarían su vida... Que el único pecado que cometieron fue estar en el lugar menos indicado... Gente como tú y como yo, que pagó el precio de nacer bajo una bandera que nadie elije.

He visto como un país entero caía en la oscuridad sin pausa... Cada día más... Como amigos han tenido que irse a buscar trabajo a otras tierras... Como han perdido sus casas... Como han pedido comida... Como nos han dicho eso de "estás demasiado cualificado para este puesto" (vergüenza es lo que no tienen ellos).

Pero la Spanish Revolution no se la esperaba nadie. La ansiabamos todo, pero nadie la esperaba. Y salimos a la calle, a tomar las plazas, a decir que ya basta... A dar ejemplo de organización, inteligencia, paz y mucha mucha creatividad... A demostraros a vosotros, señores de traje oscuro y alma negra, que somos la base de la pirámide y, sin nosotros, jamás se mantendría la cima. A demostraros que hemos aprendido. Que estamos abriendo los ojos y no soys impunes. Pero no nos escucháis. Miráis para otro lado deseando que nos cansemos... Que la revuelta muera por sí sola. Por aburrimiento. Para seguir aferrados a vuestros sillones de cuero y trajes oscuros.

Yo, desde aquí, vuelvo a gritar #tomalaplaza porque #estonosepara

domingo, 22 de mayo de 2011

#acampadasol en el #15M

Hace demasiado tiempo que no se me erizaba la piel de la conciencia... Que no me ardía de ganas el alma... Demasiados días en que la ilusión y la esperanza no eran el mantel de mi hambre de cambio... En que el conformismo y la impotencia del que no puede hacer nada él solo, eran el alimento de mi desgastada fe en este oscuro sistema de autoenriquecimiento de las minorias... Me preguntaba por qué... Por qué estaban ciegos y sordos.... ¿Por qué no se alzaban los gritos de esos cinco millones que, además de trabajo, necesitan una minima esperanza de encontrarlo?... Pero, cuando apunto estaba de perder la fe en el ser humano... Ocurrio lo inesperado y, sin embargo, lo más esperable. Madrid saltó a la calle. al grito de #democraciarealya y #tomalaplaza. Y cual necesario efecto dominó... El mundo entero se rindió a sus pies.

Y es que... ¡Basta ya!

He sido testigo de un gobierno que recurre a la vieja máxima del "divide y vencerás". He visto como nos han etiquetado con el "estás conmigo o estás contra mi".... Dos colores... Dos españas... Dos almas de un mismo cuerpo... Olvidándonos que tú, mi vecino, independientemente de tus ideas, eres mi amigo y mi hermano... Y mientras estábamos discutiendo sobre nuestra diferencias (en lugar de unirnos en lo común), ellos llenaban una saca cada vez más abultada, con el consentimiento de los que aspiraban a ser como ellos.

¡Basta ya!

He visto como nuestro orgullo de seres pensantes nos impedía ver la triste realidad... Asumimos roles sin cuestionar nada... Yo soy obrero y tú eres político... Tú me robas y yo te dejo... Tú expolias y yo hago cuentas para comer todos los días... Tú juegas a guerras de interés y yo trato de no caerme de la cuerda floja de fin de mes... Tú haces viajes en bussiness class, pagados por mí, por mi sudor y mi trabajo, y yo maldigo este oscuro año que no me permite ir de vacaciones a una playa cualquiera... Tú te vendes al mejor postor por salir en una foto y yo sonrío con gesto estúpido... Tú te crees el dueño y señor de mi vida, dispones lo que supuestamente es mejor para mi, sin consultarme, y yo te dejo hacer a tu antojo... Sin quejarme.... Sin opinar... Con la visión recortada de un burro que solo ve el suelo que pisa, para no distraerse de lo que "tiene que hacer"... Pero ¿Quién lo dice? Solo tú que te interesa mi actitud permisiva, mientras te aferras al sillón que hace crecer tus bienes y te asegura un futuro lleno de comodidades.

¡Basta ya!

Basta de casos GAL... Basta de los secretos de estado que me incumben... Basta de mentiras de azúcar y de lenguas ávidas de poder... Basta de casos Gurtel... De manzanas podridas... Basta de las mentiras del caso Couso y del 11M (Queremos saber porque yo también soy Madrid)... De la "legalidad" de los Sortus y Bildus... Basta de comprar apoyos para mantaner el poder, con los asesinos de tantos y tantos muertos... Basta ya de ETAs y sus mentiras... De disfrazar de sentimiento lo que solo es un negocio... De los Faisanes y los Roca... Basta de los EREs falsos... Basta de sindicatos pagados por el Gobierno con el dinero que me roban... Basta de no poder manifestarme, si no me dan una "órden" cual borrego... Basta de mentiras sobre aviones de la CIA... Basta de Mercasevillas y de Palmarenas... De ser el hazmereír del mundo... De los ZPs y los Rajoys.... Basta de izquierdas y derechas que se confuden ante su única y verdadera misión: aferrarse a la silla que les hemos puesto nosotros.... Basta de bancos asesinos de sueños... Basta de "me quedo sin casa y ademas te pago otra con mi sudor"... Basta de no quejarse del cáncer de este país... Basta de mentiras televisadas... De ese "al bulgo, pan y circo", tan descarado... Basta de juicios públicos, con la prensa, como jueces y divulgadores de la mentira más cómoda, que enturbia y oscurece la verdad que realmente nos atañe... Que te obligan a girar la cabeza para otro lado... Basta de asesinos en la calle y ladrones de pan cumpliendo eternas condenas... Basta de vendernos el cuento de que todos somos iguales y que tú te puedas pagar clínicas médicas privadas con el dinero que me quitas... Basta de tratar de controlar la información, de mentirnos, de esta censura encubierta... Basta de los límites de acceso a la cultura que es el bien de la humanidad... Basta de órganos que se enriquecen de mis ansias de saber... Basta de SGAES y Ramoncines... Basta de Sindes y cadenas al conocimiento... Basta de comprar con subvenciones la industria del cine... Basta de legislar la educación y el civismo... Basta de impuestos para tu jubilación y tus primas... ¡Basta ya!

Basta de un sistema educativo fracasado... Basta de no invertir en lo importante... Basta de la hipocresía de la venta de armas en las mismas guerras que no participas y te permites el lujo, además, de criticar... Basta de ser juez y parte.... Basta de creerte superior a mi... Basta de ponerle esposas a mi libertad y encima venderme la falsa ilusión de una libertad que no ha existido nunca... Basta de subestimar e insultar mi inteligencia cada vez que abres tu boca. Basta de tomarme por un "Cuervo Ingénuo" (me parece mentira que tantos años después, la misma canción siga describiendo una situación... Que grande eres Krahe)... Basta de hacerme creer que eres mi amigo, cuando solo me usas de instrumento para tus fines...

¡Basta ya!

Basta de abaratar el despido, de leyes cada vez más restrictivas, de decirme lo que he de hacer y cuando, basta de pactos que no he consentido... Basta de los recortes sociales y tus aumentos indiscriminados de sueldo... Basta de rentas vitalicias... De sillones de cueros... De puestos a dedo... De "amiguismo"... De esta sinrazón a la que te empeñas en vestir de la dignidad de una Democracia ilusoria... En nuestra querida (y desfasada Constitución), se contempla la disolución de las Cortes... No nos representáis y, sin embargo, no dimitís dando así la razón a un pueblo herido que te grita... Basta ya de creerte mejor que yo. De reírte de mi.

Y fue ese Basta ya lo que hizo levantarse a una generación dormida. La que arrastró al resto de generaciones de generaciones con los bolsillos de confianza en este sistema que nos ahoga. Lo que hizo tomar la plaza... Una plaza en cada ciudad del mundo... Hoy soy un poco más joven y tú algo más viejo. Yo te molesto porque pienso y eso puede ser peligroso para tus pretensiones. ¿Y ahora que? ¿Qué vas hacer? Porque yo lo tengo claro... Yo seguiré en mi #tomalaplaza hasta demostrarte que estás ahí porque te puse yo y te puedo quitar cuando ya no seas mi boca.

jueves, 10 de marzo de 2011

La sátira de la vida

Después de que el telón de la peor función de tu vida cayese y tú te quedases aturdida entre las cajas, analizando donde estuvieron los errores más graves... Después de que nadie del público se levantase a aplaudir... Después de que solo escuchases un hondo silencio que desgarraba la humillación de la derrota... Decides sacar toda la fuerza que hay en ti y que, aún no tienes muy claro de donde viene... Mirar hacia delante... Solo hacia delante, por miedo a volverte sal... Y te haces una serie de promesas "inquebrantables" a ti misma, de ésas que te aseguran no volver a caer en la misma situación. No volver a vivir lo vivido. Estás a salvo, no hay nada que temer. Es difícil, nadie dijo que no lo fuese. Pero tu palabra es fuerte como el acero y tu voluntad impenetrable.

Cae la noche sobre la ciudad. Una película que nunca debió ser grabada, ni estrenada. Los recuerdos de otro verano, de otra época pasada, de otra compañía... Borrarlos todos. Hacer un punto y aparte. Comprender que realmente nunca mereció la pena aquellos viernes de cine.

Conversaciones en un bar. Dos cócteles. Risas. Cae la noche sobre la ciudad. "Los sueños jamás se deben de abandonar, por los sueños hay que luchar"... Recordar los míos propios.

Cambio de sitio. El mar. Las estrellas. Dos cócteles más. Conversaciones de madrugada.

Una tímida mirada que busca la aprobación de la mía. Una confesión inesperada, producto de un corazón encogido.

Ya no es la realidad la que se ríe de mí... Ahora soy yo la que se carcajea de ella. Cada vez que esquematizo algo, que me hago promesas basadas en mis principios y cicatrices aún sangrantes, viene a ponerme "la prueba de fuego"... Maldito niño juguetón llamado destino, que siempre juega a salirse con la suya... ¿Qué le vamos a hacer? La vida tiene un macabro sentido del humor, a veces tan parecido al mío que no la puedo culpar por ello...

Pero niño destino, esta vez tendrás que entrenar la paciencia... No te pienso responder antes de lo previsto... Yo aprendo de todo, aunque sea a golpes. Y creo que la última lección me ha valido por mil batallas libradas. Ya no soy esa niña pequeña que puedes manejar a tú antojo... Al fin y al cabo, vivir es un arte... ¿Quieres jugar? ¡Juguemos!

Manía persecutoria

Lo evito. Lo persigo. Lo espío. Lo busco. Le grito. Disimulo. Lo humillo. Lo investigo. Le escribo canciones. Lo aparto de mi vida. Lo espero en su puerta. Lo sorprendo cada día. Lo invento. Lo consumo como una vela. Le beso. Lo desnudo. Lo visto. Lo bebo. Lo amo. Lo odio. Le suplico que se quede. Lo borro de mi existencia. Lo dibujo de nuevo.

Lo estrello contra mis recuerdos. Le insinúo mis pensamientos. Lo desquicio. Lo calmo. Le cuento mis secretos. Le robo los suyos. Lo fumo hasta el filtro. Le doy esperanzas. Le corto las alas. Lo abrazo. Le doy la mano. Le enseño el camino. Lo oscurezco. Le hago reír. Lo lloro. Lo ato a mi hastío. Lo sumerjo en la rutina. Lo quemo en la hoguera. Me lo juego a un farol. Lo echo de menos. Lo aburro. Lo toco. Lo extraño. Lo olvido. Lo duermo en mis brazos. Lo despierto con un beso. Le devuelvo las ganas de todo. Le arrebato la fe. Lo desafío...

Y, todo eso, en mis sueños. En la realidad, tan solo, lo ignoro.

Noche de batalla

Era negra la noche. Noche sin luna. Noche sin estrellas. Negra noche... Una luz cimbreante dejaba adivinar su abatida silueta.

Tenía el rostro apoyado, sobre una mano, en el quicio de la ventana. Sus cabellos, rojo fuego apagao, caían enmarañados sobre sus hombros... Su vestido estaba hecho girones, pero aún se apreciaba el noble linaje de otro tiempo... Hacía frío y era negra la noche...

Sus ojos, antes llama encendida, yacían, opacos, perdidos en algún punto no definido del infinito oscuro... En la otra mano, sin fuerza ni gloria ya, aún sujetaba a "RageSword", su espada.

Acababa de enfrentarse a la más cruel y sangrienta batalla de todas... A la más larga y absurda jamás mantenida... Y la sorpresa la derrotó por partida doble.

Había creido en la firme alianza del enemigo, hasta el mismo día en que la hirió de muerte... Le había ofrecido cobijo y aliento cuando estaba cansado... Le cambió sus amargas lágrimas de las noches en vela, por la más amplia de sus sonrisas... Cambió su calma por la más radiante luz del caos... Le regaló, sin condiciones, el mayor de sus tesoros... Se jugó el alma y la vida... Y, el enemigo, la traicionó. La envolvió en lo que ella más odiaba, la mentira. Utilizó el peor arma de todas, el silencio injustificado. ¿Tiempo? La peor de las eternidades.

Hubo muchas noches negras... Muchas heridas comenzaron a sangrar envileciendo todo lo que tocaban y, aún después de todo, siempre se mantuvo en pie. Le quedaba su recuerdo y podía vivir de él.

Recibió tantos golpes suyos que ni se molestaba ya en esquivarlos... Al principio de la lucha, se hizo mil preguntas, mil por qués, mil dudas que su mente no alcanzaba a entender... Al final, todas se resumieron en una sola... ¿Acaso no es capaz de recordar lo que un día fuimos? (Aquella alianza, aquel Pacto Secreto de Honor y Lealtad por encima de todas las cosas...) Y retomó todas sus fuerzas para mostrárselo... Le enseñó los sueños conjuntos, los principios que los unían, los viajes que planearon y nunca hicieron, el fresco aroma a hierba en las tardes compartidas, las tardes de dos... Pero el enemigo parecía mudo, ciego y sordo.

Y, entonces, la segunda herida le rozó, casi de muerte, el corazón... Perdió la Moral en la lucha y toda esperanza de Victoria... "RageSword" no era tan potente como las armas que usaba el enemigo y, nunca, había sido tan diestra.

Salió corriendo. Necesitaba un descanso, había perdido mucha sangre y casi todas las fuerzas, necesitaba recuperarse o aquello terminaría matándola... Se adentró silenciosa en el bosque. Sentía un miedo terrible, porque no hay peor miedo que el que se siente, cuando ya no sientes nada.

Y, allí, a la orilla del Río Sin Nombre, se tumbó a descansar... No sé cuanto tiempo pasó en aquella posición... Ni siquiera, sé si llegó a dormir o estaba despierta cuando la imagen se hizo corpórea. El Drow. Allí estaba. Con su atractivo rostro élfico y sus malas artes oscuras... Sus engaños, sus ficciones, sus adornos... El Drow que se hizo pasar por Elfo. Y la muchacha volvió a creer... Tuvo el valor y la fuerza necesaria para levantarse del suelo. Era una cuestión de fé y creyó. El Drow le tomó la mano con la dulzura del más noble de los caballeros y ella notó que las heridas menos profundas eran cicatrizadas instantáneamente, con poderosa magia élfica. Y volvió a creer.

El Drow le dio su anillo, el cual, ella juró no quitarse nunca, solo porque él lo había tocado y, ella, le entregó una de sus cajitas azules, con todo lo que estas contenían, en prenda ante tal ofrenda. Pero su corazón guerrero, de naturaleza inconformista, quiso más... No quería nada a medias, quería una curación completa. Entonces, el Drow, se quitó su careta ante todos, dejando ver su verdadero rostro y enmudeció su musical voz élfica... Ella no pudo ver la verdadera cara, había sido cegada por la potente Magia de las Palabras... Pero sí escuchó el cruel y desgarrador silencio, y le recordó la absurda y sangrienta guerra que la había llevado hasta allí, por la cual había dejado de creer.

Volvió al campo de batalla. "RageSword" ya no era más que un trozo de metal oxidado, pero la valentía seguía proviniendo del corazón... Y, entonces, el estoque final... El golpe más mortífero de todos... El más cruel... El que la hirió de muerte, arráncandole el corazón aún latiendo. La Verdad.

Cayeron todos los Dioses y Mitos. Cayeron todos, de golpe. Era negra la noche, saladas las lágrimas que ya no resbalaban por sus mejillas y hacía frío... Se preguntaba por qué la Mentira puede aparecer con rostro élfico, ó por qué la Verdad puede resultar tan mortal y devastadora... Estaba muriendo. Sola. Como nunca quiso morir. Sin pena, ni gloria. Sabía lo que tenía que hacer, ahora estaba convencida.

Pronunció las palabras... Y convirtió en piedra su corazón.

Ruinas

Desde ese momento... Todo caía... Todas las columnas... Todos los cimientos... Todas las piedras de aquel castillo se desmoronaban... Como terrones de tierra estéril entre las manos... Cascotes a una velocidad imparable...

Fue como un efecto domino... Como siempre... Un suceso al que debería de estar acostumbrada, puesto que siempre ocurría del mismo modo y que, sin embargo, siempre me pillaba por sorpresa...

Cuando pasó el primer suceso... Todos los demás fueron correlativos... Derrumbando, cada uno, una piedra de las que tanto me había costado poner en su lugar.

Y allí estaba yo. En el mismo ojo del huracán. En el centro mismo de aquella destructiva tormenta, con ciertos rayos y relámpagos iluminando un pasado que me empeñaba, cada día, en enterrar.

A ese suceso que me provocó una nueva punzada en el corazón... Parecida a aquella punzada que sentí, como reacción imprevista ante una foto (Antes del fin... Antes de todo... Cuando aún era capaz de reír sin un motivo...)... Una punzada como ésa... De las que desgarra y atraviesa.... De las que te deja sin aliento... De las que te desnuda y sientes vergüenza... De las que te cuestionas... De las que te obligan a preguntarte por qué...

Era como si “El Universo entero se hubiese conjurado” pero no a mi favor... Sino en mi contra... Tenía una extraña sensación en mi interior... Como si todo estuviese en Ruinas. Ruinas... Solo quedaba éso... Las ruinas de lo que un día fue...

Los sentimientos, que siempre había tenido a flor de piel y alma, ahora permanecían acallados por misteriosa fuerza oculta... Como esperando... Agazapados... Ateridos... En ruinas. Solo nos quedaba aceptar dignamente “la ruina”.

Terminar la página

La página se acaba. Apenas unos cuantos renglones para su fin. Aprietas la mano cansada, dando los últimos trazos, esperando escribir la última promesa, la última esperanza, el último aliento... Nada ocurre.

Te detienes a llenar de tinta la pluma, por si hiciese falta... Mientras observas el papel... Lleno de frases inconexas, de sucesos correlativos, de historias intrigantes. Lleno de sentimientos que te causaron dolor, lágrimas, escalofríos... Que te hicieron que se te erizase la piel... Aquellas mariposas en el estómago a las que cazaste y encerraste... Un papel lleno de noches en vela, de días inciertos, de giros... De subidas y bajadas... De recodos en el camino... De cuevas inhóspitas... De ojos amigos y puñales enemigos. ¿Y ahora? Tan solo, palabras escritas. Signos que solo tienen sentido para tí. Para nadie más.

Te detienes. Esperas. Miras a tu alrededor... La penumbra. La luz tenue de la lámpara que te alumbra. Las cosas que se amontonan, a modo de recuerdos, sobre la mesa. Piensas: "Debo de recogerlos algún día". Esperas. Nada sucede. Sigues escribiendo acaso una frase más, agotando hasta el último resquicio de la hoja blanco amarillenta. Pero no sucede nada, solo palabras. Y te ves obligado a ello. Tienes que pasar la página y comenzar a escribir la siguiente, aunque te sientas como un escritor fracasado en la peor novela de su vida.

Una canción

Estaba sentada en el quicio de la ventana, con el pelo revuelto entre las manos y la barbilla apoyada en la fría madera, viendo como las gotas rebotaban en los cristales en un círculo infinito lleno de vida. Sus ojos brillantes de lágrimas hacían adivinar lo que pasaba por su mente. Ni siquiera se notaba su respiración. No movía un solo músculo. Las gotas saladas rodaban por sus mejillas, sin pena ni gloria.

De fondo una canción. Una canción que hablaba de no tenerle miedo a nada. De alguien que se moría por no callar lo que sentía. Una canción que hablaba de un hombre que se moría por abrazar a una mujer, por divertirla, por despertarse acomodado en su pecho... Hablaba de una mujer que se moría por seguir sorprendiéndolo, a pesar de que la llamasen loca... Una canción que llevaba tres horas sonando, martilleando sus sienes y desgarrando aún más las heridas.

Los recuerdos pasaban indelebles de un lado a otro de su corazón. Evocó el perfume de sus rizos negros. Pudo sentir la tersura de aquellos labios sobre los suyos, besos que sabían a derrota y a miel, besos que desataban las alas de un corazón, besos que no tenían miedo. Manos que escapaban del tedio. Cuerpos entrelazados en la penumbra de un dormitorio. Ojos que dedicaban miradas furtivas llenas de sentimientos ocultos, deseosos por gritar.

Carmen llevó su mano a los empañados cristales y con su vista fija en el infinito, escribió “Alex”. Aquello no obedecía a razón alguna. Ya que no podía borrar ese nombre de su alma, lo escribiría para que la lluvia lo borrase del cristal.

Estaban a escasos metros uno del otro, solo los separaba una calle y, sin embargo, sus lazos rotos por el orgullo, habían separado sus almas hasta el infinito.

Nunca sintió la necesidad de plantearse su vida sin él, porque nunca vio el final de la historia, y ahora que se había ido dejándole, tan solo, aquella canción, sintió que su corazón se moría. Se moría de miedo y dolor. El la había enseñado a andar libre por el aire y ahora le cortaba las alas con su silencio. Lo único que no le había robado eran sus sueños.

Aquella historia había empezado un viernes normal, que marcó su vida para siempre. Ella con esa máscara de dura, que ni ella misma se creía, y que había sido tejida a fuerza de golpes, se cayó dentro de aquellos ojos negros.

Carmen era una mujer fuerte, aunque mucho menos de lo que aseguraba. El destino la había golpeado con furia en incontables ocasiones y, debido a ello, tuvo que aprender a jugar sin gustarle las normas. Evitaba cualquier pregunta directa en la que tuviese que intervenir un pensamiento privado o sentimiento escondido. Su carácter arrasaba como un temporal que obligaba a volver a puerto.

Aquella noche salió a ganar, porque ella no sabía perder. Nunca lo consideró como opción. Jugaba para ganar o no jugaba, pero no estaba dispuesta a asumir una derrota.

Alex la miró a los ojos sonriéndole con el alma. Sus ojos profundos, negros, impresionantes... Su mirada burlona, casi tanto como su sonrisa... Su voz varonil la atrapaba sin dejarle salida.

Hablaron apenas una hora cuando él dijo:

- ¿Por qué te escondes detrás de esa máscara de piedra?
- ¿Cómo dices?
- Esa imagen de chica dura, invencible... Que no llora ya, porque nada le duele... No es creíble si dejas que tus ojos hablen, deberías aprender a mentir mejor.

Carmen se limitó a bajar la cabeza y ver que toda aquella máscara que había tardado tantos años en construir, yacía rota en mil pedazos por el suelo.

Ese fue el comienzo, aunque nunca barajó que podría existir un final. La llenaba en todos los sentidos. La completaba. Alex era las alas que su corazón necesitaba y junto a él hubiese hecho todas las locuras del mundo.

Era fácil la vida a su lado, entre risas y espuma blanca de pintas de cerveza, entre chistes y confesiones. Una vez el muchacho hubo tirado aquella máscara, Carmen fue transparente en todo momento. Porque no tenía miedo. Si él la abrazaba se sentía capaz de hacer cualquier cosa. Lo hubiese seguido a cualquier parte, si él necesitaba ayuda siempre contaría con sus manos para apoyarle y no dejarle caer.

Ahora estaba, en aquel quicio de ventana, analizaba sus errores y asumía culpas.

Comenzó a jugar a un juego peligroso, sabiendo a lo que se exponía. Le costó aceptar jugar, pero una vez dentro no pensaba retirarse. Y ahí cometió su primer error. Tenía muy claro que, ante todo, estaba la amistad que los unía. Amistad que no entendía de plazos, ni ataduras... Que iba mucho más lejos del tiempo o del espacio. Su corazón un día decidió salir de su letargo y gritar muy alto. Se enamoró de él y quiso abandonar el juego, pero ya no podía, era demasiado tarde para alejarse, porque no lo soportaría. El chico estaba ya en lo más profundo de su alma. Admitía su doble error, nunca tuvo que empezar a jugar y mucho menos enamorarse, que iba contra las reglas del juego.

Le dio todo lo que tenía, los abrazos, las caricias, las tardes de invierno sobre la nieve, los secretos que siempre habían sellado sus labios, le regaló su sonrisa, su atención, su comprensión, sus consejos, sus poemas de amor... El le dio las canciones, sus rizos negros, sus brazos protectores, y aquel corazón que solo ella había sido capaz de desenterrar, aquel corazón que ahora le brincaba en el pecho y le hacía estar vivo.

Pero la discordia también quiso jugar sus cartas y lo arrasó todo en un órdago. No dejó nada. Solo manchas de soledad en aquellas sabanas. Días grises atestados de frío asfalto.

Las calles que antes habían sido escenarios de locuras, ahora que no estaba, solo eran un oscuro desierto.

Al llegar la noche todo cambiaba, a veces, cerrando los ojos hasta podía tocarle. Las luces del puerto habían estallado y los barcos ya no traían versos. Y ella no entendía nada. No tenía nada. No sentía nada. Solo miedo.

En el quicio de aquella ventana, se juró no volver a jugar a ningún juego peligroso, no quería volver a confiar en nadie, ni a dejar que sus ojos hablasen, no volvería a dejar que nadie le volviese a tirar aquella máscara y llegar a sus secretos, nunca más dejaría hablar al corazón y permitir que las cosas fluyeran solas... porque cuando el destino juega las cartas en tu contra, solo ganas una canción.

Preludio de la primavera

Tomada en: Campo de Cartagena
Fecha: Febrero del 2011
Fotografía de: Cristina Martínez

El cordón

Tomada en: Brujas (Bélgica)
Modelo: Emel Ince
Fotografía de: Cristina Martínez

Desafiando al cielo

Lugar: Torre de Hércules (A Coruña)
Fotografía de: Cristina Martínez

El mimo

Lugar: Cartagena (Mucho más Mayo)
Fotógrafia de : Cristina Martínez

Fotos que acompañan a los textos

Las fotos o dibujos que acompañan a los textos, están bajadas de Internet, con el fin de hacer este lugar, más agradable a la vista, así como sugerir lo que el texto me inspira.

La fotografia que he realizado yo, la podéis encontrar en la etiqueta "Fotografía" y a veces, irán acompañadas de un texto. Siempre dirá donde se ha realizado la foto, a veces la fecha y modelo que aparece.

Gritos en la estela

Dibujo gritos en la estela
de una ausencia que no entiendo.
Invento mil respuestas
Para el dolor que siento…
Me abrazo al hueco que dejas
Entre pliegues de ausencia
De este maltrecho corazón
Podrido por el uso
Y muerto en esencia….

Encuentros desencontrados,
Estas alas de una pasión,
De este grito enlutado
Que no halla ni una razón
Que llevarse a la boca…
Este amor que nos esquiva,
Esos dedos que no tocan


Me abrazo al hueco que deja
Podrido de añoranza
En un maltrecho corazón
Anudada en mi colchón
Con los huesos partidos
De la muerta esperanza

Podrido de añorarte

Hábitat

Supongo que te sorpenderá este chat y se que, además, llega a destiempo... Pero ya sabes que siempre me ha gustado decir la última palabra, y creo que éste es el mejor modo de ofrecerte un por que. La vida es una contínua adaptación al medio... Una desenfrenada lucha de especies, por la supervivencia de los mas fuertes, en donde los débiles, no tienen cabida... Has tratado de adaptarte, de convertirte en aquello que siempre has detestado, tan solo, para recibir el premio de una vida tranquila y en paz... No lo conseguiste. Has tratado de revelarte... De gritarle al mundo que gira en dirección caótica y, a veces, equivocada... No lo conseguiste y el mundo te aniquiló. Has sido una persona que ha amado la vida... No te has conformado con respirar por obligación... Has querido más sensaciones, más intensidad, menos palabras... Descubriste aquello que muchos callan... Ese contacto con la Madre Naturaleza que nos lleva a la esencia más pura de lo que somos... Iniciaste una búsqueda en los pequeños detalles tan necesarios para una vida plena y que, sin embargo, la agobiante rutina del paso del tiempo, evita que nos fijemos en ellos... Sí, se puede decir que has sido un buscador... Un buscador de la esencia común y de la propia. Has tenido unos valores, tan altos, que se convirtieron en el eje que le daba sentido a las cosas. Has luchado contra lo injusto y has defendido tus creencias, pesara a quien pesase. Y has amado la mentira mucho más allá de cánones o reglas.
Creo que estoy divagando mucho y te debo una explicación de como hemos llegado a este punto... Nuestra generación ha visto muchos cambios... Cambios importantes, cambios con los que, nuestros antepasados, ni alcanzaban a imaginar, ni creo que comprendiesen, y mucho menos, hubieran pagado un precio tan alto como el que nos han obligado a nosotros, un crédito vitalicio sin avales pero con intereses. 
Te preguntarás que tiene que ver todo esto contigo... Piensa en el todo, en el conjunto, pero juega tú, apuesta tú, pierde tú... Se que te destrocé el corazón y, aún lamentándolo desde el centro de mi alma, ni siquiera puedo decir un lo siento, porque era terriblemente necesario. Lo hubiéramos podido evitar, sin duda... Quizá si tú hubieses llorado antes o yo hubiese escuchado desde otra perspectiva, pero no lo hicimos. Emprendimos esa guerra fría en la que nunca pueden haber ganadores.
Quisiste comprender la nueva era. Me sumergí contigo en ese frío inframundo de la fibra óptica y lenguaje binario,.. Del código máquina de unos sentimientos ripeados con una mala compresión... Del no mirarse a los ojos, ni tocarse con las manos... Ese mundo artificial de kilobytes por segundo y medidas para todas las cosas, con la magia propia de lo nuevo, pero carente de alma. Un alma, la tuya, que se dejó atrapar por esa tela de araña a la que llamamos red... Quise comprender como dos personas que no se habían visto nunca, podían llegar a tener un flujo de energía tan fuerte capaz de reducir a cenizas el alma y la piel del otro. De estrellarlo contra una cama de cristales hechos esquirlas y que pareciese aún pura belleza el hacerlo... ¿Que tipo de grandiosidad puede haber en un mundo dominado por pulsos electricos? ¿Que clase de mundo es ese?... El tuyo.
Quise comprobar la naturaleza mágnetica de ese sentimiento... Su verdad arbitraria de cobre... Y, si quise hacerlo, es porque ese mundo lo habías creado tú... Quizá yo, lo único que podía aportar, era una luz donde solo existían conectores de mentiras y brillante oscuridad... Si tú que, en otro tiempo, habías sido capaz de hablar con los ojos y sentir con cada gota de sangre, estabas creando ese hábitat vacío de instintos y tan lleno de sentimientos prefabricados y falacias al son de un protocolo de comunicación, a lo mejor es que yo, simplemente estaba observando en la dirección equivocada... Y, al girarme para comprenderte... Comprendí que estabas muerto.
Por eso, traté de adaptarme... De sumergirme por completo.. Pero volví a equivocarme. No sobreviví a ello y lo perdí todo en el intento. Ahora trato de soñarte, leyendo estas líneas, negando que tus ojos vacíos ya no miran, con el pelo revuelto y la cara abrasada en lágrimas, con esa sonrisa a medias, que es máscara de dolor, dándote cuenta que es demasiado tarde para cambiar el curso de mi historia, pero no queriendo ver la sonrisa apacible del sueño eterno, del que ya no es más que un recuerdo logeado por un chat que nunca fue nuestro.
Te podría pedir muchas cosas... Pero, cada una de ellas, sería la insuperable cadena perpetua de ver como, aquel que te completaba en todos los sentidos y hasta más allá de cualquier frontera o límite, desaparecía en algún lugar fuera de mi existencia.
No quiero tu tristeza, nunca la he merecido ni deseado... Ahora se que estás en otro lugar, no se si más frío o menos interactivo, no se si mejor o peor.. Pero seguro que la adaptaciónn te resultará menos tediosa y el precio no será tan alto... Seguro que ahora sí entenderas la lección que yo no supe transmitirte a través de tu TCP/IP: “Piensa globalmente, pero actúa solo”. Que no te quepa la menor duda que, a pesar de todo, te amé y nunca te olvidaré. Adiós.

Pero, cada una de ellas, sería la condena de ver como aquel que te completaba se perdía fuera de mi existencia. No quiero tu tristeza... Ahora se que estas en otro lugar, no se si mejor o peor... Pero seguro que la adaptación te resultará menos tediosa y el precio no será tan alto. Que no te quepa la menor duda que, a pesar de todo, te amé. No te olvidaré. Adiós.

(Texto escrito para un cortometraje del mismo nombre)

Quizá lo mejor sea...

No hay abrazos bajo la lluvia
Sin paraguas y con besos…
No hay preguntas estúpidas
Que transformar en verso.
Ya no hay frases de alivio
Que alivien el alma…
No encuentro el sentido
A las cosas cotidianas..
Nada que perdonar
O que decir…
Nada que callar
O que mentir…
Quizá, lo mejor sea…
Olvidar.
Una herida que ocultar,
Un mundo del que huir…
Recuerdos anudados a un colchón
Podrido de tu ausencia…
Tu cuarto menguante,
Mi luna sin esencia…
Quizá lo mejor sea…
Olvidar.


Una eternidad de espera
Para olvidar…


Ya no quedan silencios que compartir,
Ya no busco respuestas
En las dudas de tu voz
Ahora se que no se puede
Atar al viento…
Quizá lo mejor sea…
Olvidar.
Quería arrancarle,
A fuego ensangrentado,
Un minuto mas a nuestro reloj..
Quería un abrazo más…
Una risa más,
Un instante mas…
Quizá lo mejor sea…
Olvidar.
Has enmudecido,
Te has esfumado en un silencio,
He buscado millones de por qués,
Millones de motivos
Para hallar el punto
En que el tiempo nos ha vencido
Por eso, quizá lo mejor sea…
Olvidar.

Desconcierto

A veces, el frío me quiebra los huesos…
A veces, la sangre hierve y explota….
A veces, mueren los besos…
A veces, el veneno del aire me toca
Y lo bebo por licor suave.
El desconcierto araña y quema,
Arde la piel y el alma en una duda
Que, antes de nacer, ya está muerta.
A veces, grito al aire preguntas
Que avivan la curiosidad aguda
De un corazón maltrecho
Y cerrado por derribo.
A veces, el silencio es lo que temo…
El no saber engaña
Cuando las palabras mido.
A veces, sueño despierta,
Que siento y vivo.
A veces, la muerte,
Viene a mostrar su sonrisa trémula.
A veces siento el delirio de acariciar una piel
Que eriza la mía,
A veces, los deseos reprimidos
Reducen a cenizas una voluntad
Férrea que se hastía.
A veces, me miento soñando
Que una lengua me busca,
Que unas manos tocan
Mi piel desnuda.
A veces, doy un salto mortal
Y desaparezco en el desierto
Para no conseguir, tan solo,
Un momento de desconcierto.