A veces, el frío me quiebra los huesos…
A veces, la sangre hierve y explota….
A veces, mueren los besos…
A veces, el veneno del aire me toca
Y lo bebo por licor suave.
El desconcierto araña y quema,
Arde la piel y el alma en una duda
Que, antes de nacer, ya está muerta.
A veces, grito al aire preguntas
Que avivan la curiosidad aguda
De un corazón maltrecho
Y cerrado por derribo.
A veces, el silencio es lo que temo…
El no saber engaña
Cuando las palabras mido.
A veces, sueño despierta,
Que siento y vivo.
A veces, la muerte,
Viene a mostrar su sonrisa trémula.
A veces siento el delirio de acariciar una piel
Que eriza la mía,
A veces, los deseos reprimidos
Reducen a cenizas una voluntad
Férrea que se hastía.
A veces, me miento soñando
Que una lengua me busca,
Que unas manos tocan
Mi piel desnuda.
A veces, doy un salto mortal
Y desaparezco en el desierto
Para no conseguir, tan solo,
Un momento de desconcierto.
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